Milei nacionaliza la campaña y gobernadores apuestan al provincialismo

Esta es una elección nacional, y eso cambia las reglas del juego. Los argentinos han trabajado duro y estamos en medio del proceso. Es un momento clave: podemos optar por continuar avanzando hacia la libertad o retroceder a un pasado de pobreza. Estas son las palabras de Javier Milei, quien esta semana dejó claro su enfoque en un programa en Ushuaia. Sin embargo, su caminata por el centro se vio interrumpida por una fuerte movilización opositora que desbarató su agenda.

Milei apuesta al “pasado-futuro” en su campaña

Como se mencionó, Milei tiene planes de visitar Entre Ríos y Santa Fe. En Entre Ríos, competirá aliado con el PRO, mientras que en Santa Fe tendrá que enfrentarse al radical Max Pullaro en una elección que promete ser muy reñida. En esta disputa, el peronismo se posiciona como la tercera fuerza. Sin embargo, la Libertad Avanza no llega a esta contienda en su mejor momento, especialmente tras una derrota significativa en Buenos Aires frente a Fuerza Patria. También hay controversias sobre posibles coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y la economía sigue atada a la incertidumbre internacional.

Un detalle a considerar es el desconocimiento de muchos candidatos del espacio liberal, lo que les dificulta hacerse un lugar en el debate político actual. En contraposición, varios gobernadores de otras provincias están eligiendo postular a fuertes figuras para las elecciones de octubre. Por ejemplo, Pullaro ha asegurado que su vice, Gisela Scaglia, encabezará la boleta para diputados nacionales. En este contexto, la Casa Rosada intenta resucitar la energía del 2023, cuando el “León” se sentó en el sillón de Rivadavia, aunque ya no goza de la misma frescura tras casi dos años de gestión.

Para afrontar este desafío, Milei se presenta como el principal rostro de la campaña. Las recientes elecciones provinciales han demostrado que los votos no se trasladan de forma directa. La Libertad Avanza solo ha podido imponerse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Chaco, donde formaron una alianza con el gobernador Leandro Zdero.

Los libertarios creen que repetirán su victoria en la Ciudad y que también ganarán en Mendoza, respaldados por sus alianzas locales. No obstante, reconocen que las elecciones en Entre Ríos y Chaco son más complejas. Allí, Jorge Capitanich logró unir al peronismo bajo su liderazgo, con la mirada puesta en retener dos senadurías y perjudicar a Zdero.

Gobernadores impulsan iniciativas provinciales rumbo a octubre

Por su parte, Gustavo Sáenz, quien antes estaba alineado con Milei, ha cambiado de rumbo y está intensificando su confrontación con el gobierno central. Recientemente firmó el “Pacto Todos por Salta”, un acuerdo que une a representantes de la sociedad civil, empresarios y trabajadores para exigir atención a la obra pública. Sáenz no ha dudado en afirmar que si es necesario, acampará en la Casa Rosada hasta que se tomen en serio sus demandas.

El acuerdo incluye temas como el corredor bioceánico, una reforma federal y mejoras en logística. Además, busca asegurar que los proyectos comprometidos por el Gobierno estén reflejados en el Presupuesto 2026, que ya empieza a ser debatido en el Congreso.

Mientras tanto, en provincias como Salta, el peronismo se dividirá en varias fuerzas, lo que le brinda una oportunidad a la Libertad Avanza. El panorama se complica aún más, ya que el oficialismo nacional logró ganar en la capital salteña en las últimas elecciones locales.

Los gobernadores de Provincias Unidas se han reunido en Puerto Madryn, Chubut, para articular un discurso de crítica tanto a Milei como al kirchnerismo, tratando de romper la dicotomía que parece dominar el ambiente político. “Este Gobierno nos lleva al abismo”, afirma uno de los asistentes, mientras se preparan para un nuevo encuentro en Jujuy, buscando juntar fuerzas en este clima electoral.

En este contexto, los vínculos entre los líderes provinciales y el Gobierno federal están congelados. Aunque el ministro del Interior, Lisandro Catalán, ha intentado acercamientos, las expectativas son bajas. La proximidad de las elecciones implica que cada uno juega su propia partida. Milei lo reconoce y comenta que a pesar de tener afinidades con algunos gobernadores, las diferencias se exacerban en año electoral.

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